El azar, tal vez el propio al encanto de la radio, me hizo escuchar el sábado pasado un programa laico [1] en el que Anne Morelli [2] intervenía para discutir de lo que, según ella, podría hacer desaparecer una religión. Uno de los posibles resultados del desmoronamiento de una religión puede ser la creencia en sus dogmas, y ella daba como ejemplo: «¿Cuántas personas piensan que la Virgen María es verdaderamente virgen, incluso después de dar a luz?».
¿Cómo no escuchar esta pregunta, cuando los preparativos del congreso de Pipol 10 están en pleno apogeo? Y, tal vez, sea al revés: ¿cómo pudo mantenerse esta historia durante tanto tiempo? ¿Por falta de ciencia? Impensable. Me parece que se podría suponer una hipótesis que permitió que esta llegara hasta nosotros, y probablemente persista durante algún tiempo, sin ofender a Anne Morelli. Esta historia sólo podría sostenerse si se basa en el hecho de que hay un irreductible en la concepción, -hay un real que siempre escapa, incluso a la ciencia actual, y que deja a esta aparición de la vida su enigma, su misterio. Por ejemplo, simplemente ¿cómo es que un óvulo fertilizado cae o se adhiere al endometrio? ¿Cómo es que un espermatozoide hace su trabajo en una pareja y en otras parejas ninguno lo logre? Por supuesto, la ciencia tiene algunas generalidades sobre esta cuestión, y algunas pistas de acompañamiento, pero en la vida de una pareja en particular – y el psicoanálisis las encuentra- estas pistas no siempre funcionan, e incluso pueden conducir a algunos estragos. Y algo del deseo o de la pulsión que no siempre está relacionado con un resultado. Sheila Power nos ofrece un artículo contundente, para esta entrega de Ombilic, que trata sobre la desaparición del deseo cuando existe la voluntad de tener un hijo a todo precio, voluntad, como dice ella, que no es ajena a la oferta médica en esta área.
«El momento mismo de la procreación es escurridizo», dijo un biólogo que François Ansermet recuerda en el palpitante anuncio de Pipol 10, lanzado durante el anterior Ombilic,- y que pueden encontrar en la página de introducción de la página web y en el canal de YouTube. Los invito a ver o volver a ver este vídeo donde este último hace la propuesta inédita de sumar a los comités de ética la presencia de artistas -una propuesta cuán actual y preciosa en estos tiempos de pandemia- artistas que ofrecen «representaciones de lo irrepresentable». Y sobre la cuestión del origen, de lo que presidió, a “Ruth [como Booz] no lo sabía” [3] de Victor Hugo un “Yo no podía saber” [4] responde en el diálogo de Fin de partida, entre Nagg y su hijo. François Ansermet nos recuerda el pasaje de Beckett en el anuncio- no se lo pierdan, es irresistible. También escuchamos aquí perlas de Jacques-Alain Miller, Eric Laurent y Philippe La Sagna.»¿Cómo se puede querer un hijo?” escribe en otro artículo de esta edición de Ombilic, Violaine Clément. Ella nos lleva a las primeras horas de la historia, a Roma y otros lugares, para arrojar luz sobre la actualidad del tema. ¡Descúbralo!Finalmente, un tercer artículo adorna este número de Ombilic, donde Marco Focchi recuerda que ante el “declive del padre”, Lacan no dedujo de este la urgencia de restaurar la función del Nombre-del-Padre, todo lo contrario, y nos describe la importancia del paso de la falta al agujero en la elaboración de Lacan.¡Disfruten descubriéndolo!
Traducción: Rosana Montani-Sedoud
Revisión: Itxaso Muro
Fotografía: ©Emmanuel Kervyn – http://emmanuelkervyn.canalblog.com/
Bibliografía:
Ansermet F., «Préface» to The Child and the Femininity of His Mother, editado por Elisabeth Leclerc-Razavet, Georges Habenberg y Dominique Wintrebert, París, L’Harmattan, 2015, p. 8.
[1] “En busca de sentido”, programa ofrecido por la radio pública belga “La Première”, emitido el 28 de febrero de 2021, disponible en Internet.
[2] Anne Morelli es profesora de la Universidad Libre de Bruselas e historiadora belga, especializada en historia de religiones y minorías.
[3] Véase Lacan J., Le Séminaire, livre VIII, Le transfert, texto establecido por J.-A. Miller, París, Seuil, 1991, p. 160.
[4] Beckett S., End of the game, París, Les Éditions de Minuit, 1957, p. 67.
