La ciencia ha tomado el control de la reproducción de la vida y ha hecho posible la invención de familias para todos. Ya no es necesaria la unión entre sexualidad y procreación para engendrar un hijo. Ansermet señala que el obstáculo lógico de lo imposible es lo que permite «crear un punto de referencia para orientarse en la práctica clínica de las biotecnologías»[1].
Para Lacan, el obstáculo lógico está más allá de la simbolización. Se «enuncia como imposible. De aquí surge lo real»[2].
Sea cual sea la explicación biológica, tal y como nosotros lo entendemos, la procreación no es el origen. «El origen no puede responder al misterio de quién soy yo, ni a la imposibilidad de ser causa de sí mismo»[3].
Falta lo que más nos concierne. Los niños se enfrentan con lo Real del origen poco después de la adquisición del lenguaje. «Lo real es, debo decirlo, sin ley. El verdadero real implica la ausencia de ley. Lo real no tiene orden»[4]. Así pues, hay una urgencia por parte del niño de situar algo, y alojará en la fantasía este Real inaccesible e irreductible. Al no haber soluciones prefabricadas para estas preguntas, el niño establecerá sus propias teorías[5].
Más allá de la anatomía, no son los niños los que se distinguen entre sí a partir de la diferencia de los sexos, es la inscripción del adulto la que los distingue como niño y niña, hombre y mujer[6]. «La inmixión del adulto en el niño, está aquí en el hecho de que el niño será llevado a ser distinguido y a distinguirse como una niña o un niño en función de este semblante constituido en la edad adulta según otra lógica y una economía de goce diferente que la que prevalece en la infancia»[7].
En la coyuntura de la adolescencia, la sexualidad hace un agujero en lo Real del que surgen cuatro cambios significativos en relación con el Otro:
- Es en esta intersección entre la alienación y la separación del Otro donde el adolescente necesita situarse respecto a su sexualidad. El trabajo de la adolescencia es algo así como la elaboración de la falta en el Otro.
- Ya no hay ninguna garantía de que el Otro pueda devolverle lo que le fue dado, es decir, su ser y su esencia de verdad. «No hay, les dije, Otro del Otro. No hay en el Otro ningún significante que pueda en este caso responder por lo que soy»[8].
- La adolescencia representa el paso de objeto de deseo a sujeto de deseo, una búsqueda de objeto en el Otro sexo sin un saber-hacer. Lo Real del encuentro con el Otro sexo introduce un límite para el sujeto, límites establecidos por la propia experiencia del encuentro sexual, un des-encuentro.
- ¿La transformación que acontece en la adolescencia está marcada por una coyuntura de no hay Otro del Otro y por el saber (savoir) de un impase en la relación sexual?
El paradigma de la no-relación es una separación, una separación entre significante y el significado, la separación entre hombre y la mujer, una separación entre el goce y el Otro[9]. La relación que tienen el hombre y la mujer con el goce es de distinto orden. De acuerdo con Lacan, «es posible proponer la siguiente función de verdad, a saber, que todo hombre se define mediante la función fálica, siendo esta estrictamente lo que obtura la relación sexual»[10]. El goce fálico no está relacionado con el Otro como tal. Es finito y circunscrito. Está relacionado con el cuerpo, un cuerpo es algo que goza de sí mismo… «Gozar tiene la propiedad fundamental de que sea, en suma, el cuerpo de uno el que goza de una parte del cuerpo del Otro»[11]. Aquellos situados en el lado masculino, «Sólo por el intermedio de ser la causa de su deseo le es dado alcanzar a su pareja sexual, que es el Otro»[12]. Este punto de partida implica una disyunción, una no-relación entre el goce Uno, que es un goce sin el Otro y el Otro. Esto hace que el Otro del Otro aparezca como Uno, el Uno real …el Uno-solo separado del Otro[13]. Mientras que la mujer también tiene una relación con la función fálica, Φx, que es finita, el goce sexual, que implica al Otro está ligado y es contingente al goce femenino. Hay un agujero en el sexo de la mujer, que es imposible de simbolizar. Por sí mismo no tiene límite. Por lo tanto, no toda la x está sujeta a la función fálica. «El no-todas quiere decir, como ocurría recién en la columna de la izquierda, lo no imposible. No es imposible que la mujer conozca la función fálica»[14]. Algo más está en juego para La Mujer. «El no existe, les dije, se afirma por un decir, por un decir del hombre, por el decir de lo imposible, o sea que la mujer toma de lo real su relación con la castración. Y esto es lo que nos da el sentido del –∀x, es decir del no-todas»[15]. Nada puede conciliar el Todo con el No-Todo. El goce Uno que es fundamentalmente a-sexual no está al mismo nivel que el goce sexual, el goce del cuerpo del Otro sexo.
¿Qué compensa la relación sexual que no existe? El síntoma viene en el lugar de lo Real de la no relación sexual que «se inscribe en el lugar de lo que se presenta como falta, que es la falta de una pareja sexual «natural» y cuando se establece lo que parece ser una relación, es siempre una relación sintomática»[16].
El síntoma es una verdad que se resiste al conocimiento, a causa del goce. «¿Quién podrá saber de qué extrañeza del goce proviene?» pregunta Laurent. Además, «nunca podrá dar cuenta del punto de real de lo que es el origen subjetivo de cada uno. O sea, la malformación del deseo del cual cada uno proviene… la malformación de lo que fue el encuentro fallido entre los deseos que a cada uno de nosotros nos propulsó al mundo»[17].
En Nota sobre el niño[18], Lacan inscribe la centralidad de la estructura familiar y de los síntomas del niño. En este pequeño escrito, donde se incluye la cuestión del residuo, la función de la madre y el padre y un deseo encarnado, Lacan se pregunta si el síntoma del niño puede representar la verdad de la pareja familiar. La pregunta abre a la consideración de que el deseo de querer un niño también puede representar la verdad de lo que es sintomático en la no-relación sexual.
Traducción: Amparo Tomás García
Revisión: Micaela Parici
Fotografía: ©Silski Rachel – Facebook / Instagram
[1] Ansermet F., The Art of Making Children, Karnac, London, 2017, pág. 21.
[2] Lacan, J., El Reverso del Psicoanálisis, Seminario XVII, Ediciones Paidós, Buenos Aires, Barcelona, México, 1992, pág. 131
[3] Laurent, E., El niño como real del delirio familiar. VII Jornadas de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis, -ELP- bajo el título Clínica del Lazo Familiar y de sus Nuevas Formas.
extraído desde: https://elp.org.es/el_nino_como_real_del_delirio_familiar_e/
[4] Lacan, J. El Sinthome, Seminario XXIII, Ediciones Paidós, Buenos Aires, Barcelona, México, 2006, pág. 135.
[5] Freud, S. Sobre las Teorías Sexuales Infantiles, 1908, Amorrortu Editores, Volumen IX, Buenos Aires, 1992, pág. 183-201.
[6] Lacan, J., …O Peor, Seminario XIX, Ediciones Paidós, Buenos Aires, Barcelona, México, 2012, pág. 13.
[7] Roy D., Cuatro Perspectivas sobre la Diferencia Sexual. Revista Rayuela. Publicación Virtual de la Nueva Red Cereda América. 6 de Noviembre 2019. Extraído desde: http://www.revistarayuela.com/es/006/template.php?file=notas/cuatro-perspectivas-sobre-la-diferencia-sexual.html
[8] Lacan, J., El Deseo y su Interpretación. Seminario VI, Ediciones Paidós, Buenos Aires, Barcelona, México, 2015, pág. 332
[9] Miller, J-A., Los Seis Paradigmas del Goce. Freudiana. Revista de Psicoanálisis de la ELP-Catalunya. Número 29. Mayo-Agosto 2000.
[10] Lacan, J., Lacan, J., …O Peor, Seminario XIX, Ediciones Paidós, Buenos Aires, Barcelona, México, 2012, pág. 43.
[11] Lacan, J., Aún. Seminario XX. Ediciones Paidós, Buenos Aires, Barcelona, México, 2008, pág. 33
[12] Ibid., pág. 97.
[13] Miller, J-A., Los Seis Paradigmas del Goce. Freudiana. Revista de Psicoanálisis de la ELP-Catalunya. Número 29. Mayo-agosto 2000.
[14] Lacan, J., Lacan, J., …O Peor, Seminario XIX, Ediciones Paidós, Buenos Aires, Barcelona, México, 2012, pág. 46.
[15] Ibid., págs. 45-46.
[16] Miller J-A., La teoría del partenaire, Quarto, n°77, 2002, p.15
[17] Laurent, E., El niño como real del delirio familiar. VII Jornadas de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis, -ELP- bajo el título Clínica del Lazo Familiar y de sus Nuevas Formas. Extraído desde: https://elp.org.es/el_nino_como_real_del_delirio_familiar_e/
[18] Lacan, J., Nota sobre el Niño (1969), Otros Escritos, Paidós, 2012, págs. 393-394.