Que se trate de una pareja heterosexual, de una pareja homosexual, o de un(a) soltero(a), un deseo esta al trabajo antes de la concepción del niño. Este último es hablado, atrapado en significantes que han precedido su nacimiento. Deseado o no, el niño llevará la marca. Es el objecto a, causa de deseo de sus padres. ¿ Cómo entonces él va a interpretarlo ?
En Fille[1], Camille Laurens nos propone una torsión del significante « niña ». La heroína, Laurence Barraqué, nació en 1959. Su padre, médico, hizo el desplazamiento a la clínica. Impaciente, asiste al nacimiento. « C’est raté ![2] » serán los primeros pensamiento de su madre. La castración maternal interroga la diferencia sexual. Decepción. « Es una niña » y no el niño tan esperado. La botella de champaña queda en el auto. Sigue a esto la declaración del nacimiento en el ayuntamiento. El padre no recuerda el nombre elejido « si por desgracia, si alguna vez, en caso de que…[3] ». Asistimos a un desfile de nombres de niña que no le convienen. Y luego, en un relámpago, surge el nombre del actor Laurence Olivier. Piensa en todos sus roles prestigiosos en el cine. Entonces este padre eligó el nombre de Laurence, del latin laurus (lleno de laureles[4]). El se aleja de la « née-sans[5]» (nacida sans) remitiendole insignias con ese nombre y con su apellido de familia que redobla la masculinidad ; Barraqué escribiendosé con dos r. De retorno a la casa, este nombre es acojido por la abuela de un « l’eau rance ? » (el agua-rancia). Definitivamente, en esta familia no es bueno ser niña ! Estamos en los años 60, en una época donde el patriarcado aún domina pero empieza a deshacerse poco a poco con la llegada de los discursos feministas.
¿ Qué hará Laurence Barraqué del significante « niña » ? En niña freudiana, ella observa a los niños y se compara primero con ellos desde un punto de vista anatómico. Primera comprobación, « las niñas saben muy bien hacer como los niños, cuando ellas quieren[6] ». Segunda comprobación « un niño, es diferente, este hace pipi de pie[7] ». Esta niña continúa su búsqueda. El fruto de sus lecturas, de sa curiosidad sexual, la lleva a esta deducción : « Han sexe-tionnné (sex-cc-ionado) et pito de los niños para hacer niñas ». « ¿ Pero dónde ?¿ pero cuándo ? […] y los que lo conservaron,¿ porqué ? ¿ Quién ha eligidó ?. Seguramente, en cualquier caso no fué mi padre. Una niña , es un niño herido[8] ». Luego, continuando su réflexion en lo que es una niña , ella deduce : « Las niñas , no tienen nada[9] ». La aserción freudiana, « la anatomía es el destino[10] », se deshace poco a poco. Laurence es confrontrada a « una situación real[11] », quién tiene o no, el falo.
A la pregunta : ¿ tiene usted hijos ? su padre responde torpemente : « No, tengo dos hijas[12] ». El quería que ellas no sean «nenitas de papá », que tengan un oficio y que no se queden los brazos cruzados… como la madre de ellas ! Les enzeña tácticas defensivas, se encarga de su educación sexual. Algunos pasajes de esta novela son muy divertidos. Otros toman un giro particular, como cuando, dejando la niña sola, sufre un abuso sexual de su tio abuelo. Su abuela le pide que se calle. Hay un consejo de familia, más bien un consejo de chicas, que decide lo que se hará luego : « Los trapos sucios se lavan en casa[13] ». Laurence debe callarse. Ella obedece. Entonces ¿cómo puede Laurence Barraqué asumir un cierto tipo femenino y subjetivar su proprio sexo[14] ?. Interrogarse sobre ¿ qué es una niña ? no es devenirlo. Seguimos en este libro su cuestionamiento sobre el amor, la maternidad, la sexualidad y el goce femenino, las (des)identificaciones a travès de tres generaciones. Un atravesamiento funciona. El significante « niña » se deshace. Un nuevo significante es adosado al final de esta novela : « Es maravilloso, una niña [15] ». ¿ No es este el camino que puede proponer un analisis ?.
Tradución : Aurélie Solliec
Relectura : Rosana Montani-Sedoud
Fotografía: ©Hensmans Catho : www.cathohensmans.org
[1]Laurens, C., Fille, Paris, Éditions Gallimard, 2020.
[2]Ibid., p. 19. Nota del traductor: la expresión “c’est raté!”, puede traducirse a partir del verbo “rater”/fallar, como “es un fracaso!”.
[3]Ibid., p. 23.
[4]Ibid., p. 24.
[5]Ibid., p. 23. Nota del traductor : Juegos de sonoridades con las palabras francesas « naissance »/ « née-sans » (nacida sin) y el nombre «Laurence »/ « L’eau rance », (el agua rancia).
[6]Ibid., p. 43.
[7]Ibid., p. 44.
[8]Ibid., p. 53.
[9]Ibid., p. 46.
[10]Freud, S., «El sepultamiento del complejo de Edipo», Obras completas, Volumen XIX – El yo y el ello, y otras obras (1923-1925). Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1986, p.185
[11]Lacan, J., El Seminario, libro XVIII, De un discurso que no fuera del semblante (1971). Texto establecido por Jacques Alain Miller. Buenos Aires, Editorial Paidós, 2009, p. 33.
[12]Laurens C., Fille, op.cit.,contraportada.
[13]Ibid., p. 76.
[14]Cf. Lacan, J., El Seminario, libro V, Las formaciones del Inconsciente. (1957-1958). Texto establecido por Jacques Alain Miller. Buenos Aires, Editorial Paidós, 2004, p. 170.
[15]Laurens C., Fille, op.cit., p. 225.