Clínica de las filiaciones – Patricia Heffes

Introducción a la 3ª noche preparatoria de PIPOL 10, en Barcelona

©Dubuisson Hughes : www.hughesdubuisson.be

La propuesta de trabajo que nos plantea PIPOL 10 señala al menos tres términos que desde el comienzo hay que poner a trabajar: parentalidad, familia y filiación. Son términos a distinguir y a la vez, articular. Estos tres significantes corresponden a registros distintos que en la experiencia del ser hablante se anudan de algún modo, siempre singular. La procreación, el sistema de alianzas y la herencia se corresponden punto a punto con cada uno de ellos.

El misterio que PIPOL 10 se compromete a interrogar, como leemos en la presentación de Dominique Holvoet, es que “el ser vivo que resulta (de la procreación) llevará siempre la huella del signo que lo vio nacer como cuerpo hablante, enigma de su llegada al mundo, misterio de la unión de la palabra y el cuerpo”. Es decir que se trata de la pregunta por el origen y no por el inicio, tal como lo trabaja François Ansermet.

En esta tercera sesión del trabajo preparatorio, nos detendremos en la cuestión de la filiación. Filiación es un término que designa la procedencia de los hijos y las consecuencias jurídicas y no jurídicas que de ello se deriven.  Su origen es del latín tardío y según las diversas definiciones podemos concluir que tiene que ver tanto con la herencia como con el acto. En consecuencia, el sintagma “clínica de las filiaciones” condensa el acto y la trasmisión, ubicándonos directamente sobre las consecuencias para el parlêtre de la pregunta por su existencia. En ese sentido, la cuestión de la filiación cobra relevancia para nosotros y hay que decir que sólo es posible abordarla a través de los casos.  La filiación no es un concepto.

En su relectura de los Complejos familiares, Lacan en 1969 otorga a la familia conyugal la “función de residuo” que pone “de relieve lo irreductible de una transmisión que es de un orden diferente de la vida según las satisfacciones de las necesidades” [1]. Se podría entonces inscribir la clínica de las filiaciones en esta formulación ya que, de la función de residuo, continúa diciendo Lacan, se derivan tanto el deseo, como la ley y el síntoma.

¿Qué se inscribe en el terreno de las filiaciones? La filiación no se corresponde necesariamente con lo natural, aunque puede incluir la relación biológica. Por lo tanto, la filiación, precisamente, hace referencia a una posición que incluye el elemento subjetivo del reconocimiento. Al tratarse de una posición, se sitúa en la línea de la relación sexual que no existe, ya que se trata de encontrar una solución a lo que no hay. Es decir, porque Aquiles nunca alcanzará a la tortuga es que una relación filial puede ser nombrada “tú eres…”.

Lacan dice que “Lo que suple a la relación sexual en cuanto inexistente hay que articularlo justamente según el para-ser[2], el “ser de al lado” lo llama también. El para-ser amado, podríamos decir en este caso, ya que también es el amor lo que suple a la relación sexual que no existe. En este sentido, podría decir que clínica de las filiaciones es un modo de nombrar, a lo que hay que sumar las consecuentes marcas que ha producido en el parlêtre esa nominación.

La ausencia de transmisión paterna, en algún caso, pudo precipitar el encuentro de una solución a través de suplencias. En otro caso, puede tratarse de una identificación con otro que ostente una significación en el entramado de su origen. Y así podríamos ver las distintas variaciones, en definitiva, inclasificables, y pertenecientes, por lo tanto, a la lógica del uno por uno.

En nuestra actualidad, la cuestión de la filiación se entrecruza con el discurso de la ciencia abriendo nuevas vías de realización. No obstante, nada de lo nuevo da la fórmula de la relación sexual que no hay. Los nuevos bricolajes a los que asistimos dan cuenta de nuevos fracasos puesto que lo real permanece haciendo agujero en tanto siempre depende de lo Unerkannt.[3]

 

Fotografía: ©Dubuisson Hughes : www.hughesdubuisson.be

 

[1] Lacan, J., “Nota sobre el niño”, Otros escritos, Paidós, Bs.As., 2012.

[2] Lacan, J., “Aún” , El Seminario, Libro 20, Paidós, Buenos Aires, p. 59.

[3] Solano, Esthela, Bricolages familiaux, La Cause freudienne N°72.